¿Se te ha quedado duro el pulpo más de una vez? ¿A que sí? ¿No sabes qué hacer para evitarlo? Pues aquí tienes un truquito para intentar solucionarlo. Para que tu pulpo hervido se quede más tierno, el truco está en “asustarlo”. Sí, como lo lees. ¡Darle un buen susto! O más de uno. Es decir, cuando haya hervido el agua en nuestra olla, metemos los rejos del pulpo bajo el agua y contamos hasta diez. Repetimos esta operación tres veces. De esta forma, los nervios en los rejos del pulpo se romperán y así conseguiremos que se quede más tierno. Es lo que se llama “asustar al pulpo”. ¡Pruébalo y ya me cuentas! ¡Notarás la diferencia!
Pulpo a feira, dejar escurrir el pulpo
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